Infancia

En amigos, hermanos y parientes

No se debe creer

Cada quien que busque su abrigo

Y forma de mantener.

Cuando me muestras confianza

Más desconfiado me pones

Porque la mucha confianza

Es la causa de las traiciones.

No hay quien levante un caído

Ni quien la mano le dé

Como lo ven por el suelo

Todos le dan con el pie.

No hay leña como la tusa

Que cocina a fuego lento

Todos tenemos cabeza

Pero no conocimiento.

No digas mentiras,

Porque el que dice mentiras,

Es como la unión de la arena con las piedras,

Que al llover la arena se sepulta,

Delatando así ese elemento rocoso,

Sin que pueda ocultarse

Ante el escenario de la realidad

Y esas son leyes que dicta el cielo de la vida

Ante la honestidad.

No te creas orquídea entre las flores,

Que puedo ser el clavel de tu satisfacer

Y florecer mutuamente en nuevo amanecer.

Según el nacimiento de los ríos

Dicen que tu amor nació para encontrarse con el mío.

Pero debemos acordarnos que todo río olvida su cauce,

Para cumplir con empeño su función.

Y es así como te confundes cuando por cosas insignificantes,

Buscas desintegrar ese círculo sólido;

Pero te acuerdas de repente que puede ser muy peligroso

Y así retornas a la realidad.

Si aún hoy esquivas un detalle,

Mañana la naturaleza se encargará de negarte una flor.

La verdad es como el agua siempre termina por surgir;

Aunque tenga que traspasar las rocas.

Dichoso aquel que ayuda al caminante

Pues sabrá encontrar el camino al bien prometido.

Mi corazón late aceleradamente

siento música, siento tranquilidad

alegría, ganas de reír, de cantar,

de correr de gritar.

Siento tantas cosas...

mis venas se inflaman

como si fueran a estallar;

entonces me doy cuenta

que !vivo¡

Que vivo intensamente,

porque tú me das eso... vida.

Gracias Dios mío

Por haberme dado ésta maravillosa compañía.